El agua que utilizamos para preparar el café es tan importante como el mismo café, esto porque realmente en una taza alrededor del 98% es agua (sí, así como lo leíste). Aunque nos encantaría abordar el tema de la calidad del agua, lo primer es comprender lo básico sobre cómo afecta la temperatura de esta a la bebida final.
La recomendación de la temperatura del agua para preparar café de acuerdo a la Specialty Coffee Association va desde los 90ºC hasta los 96ºC y la manera más sencilla de saber la temperatura de nuestra agua es con un termómetro o con una cafetera que cuente con termómetro, las hay tanto análogas como digitales.
Tal vez se estén preguntando el porqué de esta recomendación de temperaturas, y es que existen científicos y organizaciones dedicadas al estudio de los gustos y preferencias del café. Esto incluye investigar a qué temperatura se extraen los sabores más agradables además del cuerpo de la bebida, que siempre juega un papel importante.
El manual de la preparación del café nos dice lo siguiente:
“La evaluación sensorial muestra que tanto la acidez como el cuerpo aumentan cuando el café se elabora a temperaturas más altas, mientras que el amargor y la astringencia disminuyen con temperaturas más bajas.”
Esto quiere decir que si usamos el agua recién hervida, es probable que tengamos una bebida un poco más amarga y con más cuerpo. Caso contrario si dejamos que el agua baje de temperatura, la bebida tendrá menos cuerpo y menos amargor y astringencia.
Dato importante: el agua hierve a 100ºC solo si estamos cerca del nivel del mar. El punto de ebullición disminuye aproximadamente 1ºC cada 300 metros de elevación sobre el mar. Así que si no tienen termómetro pero saben la altura a la que se encuentran, les puede ayudar a saber a qué temperatura se encuentra el agua cuando hierve.
Y recuerden siempre pedir siempre cafecito en nuestra web.